Dormitorio Principal

Un charco de sombras se aparece en el cuarto. Aunque sea un atrevimiento no deseaba que nadie mas viera su presencia, ni siquiera la servidumbre...

el lugar aparentmente estaba vacio, y el chico tomo un radio marcando

¿Pasaras la noche de nudista? o vendras a cenar?

Preguntó abiertamente riendo

- ¡Tonto! -se escuchó por la radio- No es nudismo, ya te voy a enseñar lo que es nudismo y lo que es arte -le amenazó, mientras reía- Solo espera un poco -pidió.

En menos de un par de minutos, Catrina apareció en su habitación, como si saliese de una piscina de aguas oscuras y negras, se arrodillo en el suelo, mientras lo miraba, con una sonrisa algo malvada.

La chica estaba pintada de verde por completo, su cabello arreglado para darle un estilo "salvaje", en su piel, había ciertas líneas negras, semi-curvas y llevaba lentes de contacto blancos, que con el efecto de sus pupilas grises, parecía fantasmal. Al levantarse, se podía ver, que toda ella estaba pintada, la única prenda que llevaba era unas bragas estilo boxer femenino corto, pero igualmente estaba pintado. En realidad, ni parecía estar desnuda, sino que esa fuese su piel, en su rostro tenía marcas, como si fuese una cazadora.

El cuadro había sido referente al alma salvaje, al espíritu de la madre Tierra, una guerrera protectora, origen de selva y tierra.

- Lamento venir con "la ropa de trabajo" -le dijo, aunque no fuese verdad, los efectos del color negro y verde sobre su pecho, disimulaban su desnudes, haciendo parecer que su pecho y vientre fuese el de un reptil, pero sin perder su femenina figura.

El chico sonrio mirandola con los brazos cruzados. Ella sabía que el se encontraba herido y solo trataba de probocarlo (?). El chico ladeo la cabeza llebandose una mano a la boca como tratando de limpiarse la baba, cuando escucho lo de "Ropa de trabajo" el chico soltó una risotada de la cual se arrepintio poco despues por el dolor de sus costillas para la sonrisa de sus labios no desaparecio

-No, no hay problema, trabajo es trabajo... aunque afuera esté comenzando la segunda era de hielo

Aseguró mientras se quitaba el abrigo que tenía puesto y se acercaba a ella hechandoselo en los hombros, siempre viendola al rostro

-Buena lunamurmuró serio mientras cerraba el abrigo al nivel del pecho, solo para jalar la chica hacia el y besarla con ternura en los labios

- Sabes que yo no la siento -le dijo, su voz sonaba algo coqueta y se acerco a él, pero sin tocarlo- Me alegra que te guste el atuendo -bromeó, al sentir el abrigo bufó algo molesta, pero aceptó el trato por ser dulce- Me puedo cambiar -murmuró, pero sintió sus labios sobre los de ella y no se aguantó para rodear el cuello del chico con sus brazos, haciendo que el abrigo se caiga- Lo recojo después -murmuró antes de volver a besarlo con mucha dulzura y largamente- No me demoro nada quitándome esto -le prometió- y así estás más cómodo

El chico nego con la cabeza abrazandola por la cintura y apegandola suavemente a su cuerpo

Estoy tan cansado que ya no quiero esperar mas... he esperado todo el dia para estar a tu lado

Murmuró con ternura el chico mientras hundia su rostro en el cabello pintado, y aunque el olor a la pintura le molestara se compenzaba con el olor de la chica

El aura de Arthur era cansada, y un tanto enferma sin embargo las heridas de su rostro ya estaban casi eliminadas

-¿De que vienes disfrazada?... De lagartija radiactiva? -Pregunto el chico antes de reir

Sonríe al escucharlo decir aquello, aunque, debía admitir, eso le sonrojaba en demasía y se alegraba que no la estuviese viendo directamente, porque sería más vergonzoso.

- Tienes suerte que esta pintura sea como una tela plástica fina, sino, te estarías manchando -le dijo, lo agradable era quitarse la pintura, era solo de estirar y se soltaba de su piel como una prenda de ropa ajustada, por eso se había aparecido así frente a él, porque no demoraría nada quitándosela.

La chica, sin soltarlo, lo fue llevando a la cama para sentarse, ella quedando sentada sobre la cama y muy divertida por hacerlo sentar sobre su regazo. Al escucharlo, hizo un mohín en sus labios y lo miró a los ojos.

- No, soy la diosa de la tierra. Una cazadora y una madre. Asesino a quien toca a mis hijos y cuido de los míos. -le dijo muy seria, porque el arte de esas fotografías la había parecido de las mejores que había hecho- Pero si para ti, parezco lagartija radiactiva, debo verme terrible -dijo divertida.

-Lo siento... -Murmuró serio el chico mirandola fijamente a los ojos, y alzando el rostro de la chica para poder velos mejor


Noto la molestia de la chica, y se sintio un tanto apenado, lo ultimo que quería en esos momentos era porvocar una pelea inutil.. ya bastantes años habían usado en eso

el chico se levanto dandole un segundo la espalda

-Puedes ir a cambiarte... creo que puedo esperar un poco mas no?
Le miró por encima del hombro con las manos en los bolsillos del pantalon.. ya la había esperado 200 años y un poco mas... ¿Que más eran 5 minutos? "Una tortura" pensó

- No, no lo sientas -se levanta, camina a él y lo abraza por atrás- No me molesta, me gusta que me molestes de esta forma -se apretó un poco a él para que la sintiera- Si hablo del arte y se me ve seria, es porque me he echo mañosa y hablo como si discutiera cual foto es mejor -le besó el cuello, poniéndose en punta de pies- No lo sientas -le pidió.

Lo soltó y se deslizó para quedar frente a él, hizo una reverencia, la cual se veía extraña con su aspecto.

- Gracias por darme permiso para cambiarme -bromeó- mi señor -le dijo mirándole a los ojos con una sonrisa ladeada, diciéndolo muy en serio- Ahora que lo pienso -murmura- no necesito irme a ningún lado. No me quiero alejar de ti por cambiarme -le tomó de la mano y lo sentó en la cama- Tú quieto aquí. -le pidió.

Ella caminó rápidamente a su armario para ponerse un vestido de verano, escogió la ropa interior, intentando que él no viese, volvió rápido y tomó la gabardina caída, puso la ropa sobre la cama.

- Quieto -le pidió, fue al baño rápido para mojarse el cabello y regresarlo a su forma original, lo cual lo hizo demaciado rápido y le hizo mojarse por completo el cabello, el cual comenzó a gotear.

A lo cual, no le importó, se quitó los lentes de contacto y regresó donde Arthur, se quedo parada frente a él.

- Amo las sombras -murmuró, cerró los ojos y miles de sombras alargadas se enroscaron en su cuerpo y subieron hasta cubrirla por completo, como un capullo. Aquello último duró un segundo, al siguiente, cayeron como agua por el cuerpo de ella, limpio, su piel pálida y sin rastro de nada.

No lo miró, a pesar que cuando su rostro salió del "capullo", tenía una gran sonrisa, pero los ojos cerrados. Al ir por la ropa, que estaba en la cama, no se atrevió a verlo a los ojos.

La ropa se lo puso rápidamente, aunque buscando verse bien al hacerlo, temía que la mirase y no verse bien, aunque fuese metiendo sus brazos por las tiras finas del vestido.

"Por precipitada, solita paso momentos vergonzosos" se retó mentalmente.

- Ya -murmuró y caminó frente a él, descansa y con el cabello húmedo, que goteaba suavemente sobre su piel- ¿Así me veo mejor? -le preguntó apenada.

Deacon escondio un gemido del dolor ante el abrazo de la mujer, sin encambio no se movio

Al ver la desicion que la chica había tomado Deacon solo bajo la vista, agradeciendo que ella no viera como sus mejillas se enrogecian. tosio un par de veces y en todo momento evito verla, no presisamente por que fuera un caballero.. sino por que sabía que despues su cuerpo le haria gemir... de dolor...

Sin embargo.. no podía evitar pequeñas miradas por el rabillo, aunque al siguiente segundo se volteara para admirar... el .... empapelado... de la pared (?)

Al verla frente a el, el chico esboso media sonrisa

-¿Mejor?.. relamente siempre te ves igual -dijo el encogiendose de hombros

-Siempre eres... perfecta... -Murmuró el chico besando la frente de la mujer con sus manos enredandose en cu cabello humedo

Sonrió suavemente cuando siente que la mira, pero al escucharla "igual" se frustra un poco, al querer reclamarle y escuchar lo que dice, vuelve a sonreír y deja que sus cabellos oculten un poco su rostro.

- Para mi, tú eres perfecto -le dijo, cerrando los ojos al contacto de sus labios sobre su frente- Si te dejo en la cama es por algo -le retó, llevándole de regreso, se arrodilló entre las piernas de él y le comenzó a quitar la camisa con una sonrisa perversa- A ver -le retiró la camisa y se acercó a él con malicia, para luego quitarse y subirse a la cama, quedando atrás de él- Dame gusto y dejame consentir un poco este cuerpo tan lindo -le pidió, había estado investigando y tenía una crema especial, absolutamente natural, que ayudaría al alivio de su dolor y sus heridas.

Le beso el hombro, desde esa posición eran mucho más obvio ver los vendajes que cubrían su cuerpo.

- Te amo -murmuró contra el oído del vampiro, mientras sus manos iban quitando los vendajes usados muy suavemente, la agilidad en ella era buena, no tanto como en su hermana, pero para tareas como esas, podía estar segura de que lo hacía con la mejor delicadeza, ya que en las batallas del pasado ella fue muchas veces enfermera del herido.

Al ir descubriendo la piel herida, una parte de ella quería echarse a llorar y otra ir a matar a medio continente para calmar su odio.

"No tenían derecho..." pensaba, mientras veía su piel "...quisiera poder..." se frustra al saber que aquel deseo era imposible.

Al terminar con las vendas, se inclina para abrir el bote de crema que tenía.

- Hay unos vampiros... que se les llama sanadores, pueden curar cualquier mal. Realmente casi no existen, pero pude encontrar a uno -no quería admitir que cazo al mejor- y me dio esto. Realmente espero que te ayude -la crema calmaba el dolor al instante, pero la recuperación, por la gravedad sería débil y el efecto tan solo duraría unas horas. Pero ayudaría

El chico sonrio al escuchar que él para ella era perfecto. Aún tenía un poco de miedo de despertar y encontrarse en la habitacion de "Pointe Du Lac" soló herido y con ella lejos. Pasó sus manos por las caderas de ella aunque el segundo se fue casi de inmediato ya que ella lo llevo a la cama. Aunque era conciente del color rosaseo que sus mejillas había adquerido el se quedo inmoil, con la mirada fija en los ojos de ella, obserbando como se incaba delante de él y como comenzaba a sacarle la camisa con aquella mirada...

No pudo evitar sentirse un tanto incomodo por saber la condicion en la que se encontraba su cuerpo. Su "tía" Fay había estado curandolo y el no había tenído ni un tanto de pena al cabo.. le daba igual si ella le veía su cuerpo morado y cortado.. de esa fecha ahora su cuerpo habia dejado de estar taaaan herido, bueno, solo en comparacion a los primeros dias...

-He... no creo... que sea muy agradable -Murmuró un poco tarde ya que sintío la molestia de Catrina y bajó la cabeza mirando la alfombra del piso, no se le ocurrio nada para tranquilizarla

-Hay unos vampiros... que se les llama sanadores, pueden curar cualquier mal. Realmente casi no existen, pero pude encontrar a uno...


"Pobre tio" Pensó el chico al escucharla, podíendo imaginar sus metodos de persuación

y me dio esto. Realmente espero que te ayude

Arthur Jadeó un poco al sentir la crema sobre su piel, estaba un poco fría pero el alivio se hizo casi inmediato haciendo que se relajara dejando caer un poco los hombros, en cuanto tuvo opurtunidad tomo las manos de la chica y beso su torso

-No entenderas que no debias hacerlo cierto? Preguntó sin verla por que la chica estaba detras de él

- Entiendo que no debí hacerlo -le dice, besándole el cuello- pero quise y quiero hacerlo. Aquello es diferente -le explica, unta sus manos con la crema otra vez y va acariciando el pecho del vampiro, bajando a su abdomen hasta el borde del pantalón y luego subiendo para cubrir todo su cuerpo- Me encantas -quería que entendiese que ella estaba loca por él, herido o no, lo amaba y le gustaba de la misma forma. Catrina cubrió sus brazos con la crema también- Además, fue divertido. Los sanadores quieren siempre ayudar pero también quieren morir. Así que fue una cacería difícil pero de otro mundo -besó otra vez su hombro, respiró su aroma- A mi no me engañas, no creo que solo tu torso este herido, algo debes tener en las piernas también. Así que, te quitas el pantalón tú o lo hago yo -le "amenazó", usando un tono dulce, apoyando su mentón sobre el hombro de él, sonriendo.

-No me he depilado -Excusó el chico en broma riendo un poco mientras cerraba los ojos alegre de sentir su cuerpo contra el de ella... aunque fuera en su espalda, le tomo de los brazos y la obligo a abrazarlo por la cintura, el chico hizo el rostro hacia atras, ladeando un poco, para besar el oido de la chica

-¿Te dije que te amo? -Preguntó el chico alegre de poder decirlo tan libremente y sin miedo de que ella huyera -Llegaste del trabajo, y si solo nos acostamos un poco?

Preguntó el chico tratando de librarse de la situacion de los pantalones, por alguna razon ... aun tenía miedo de tocarla.. tenía miedo de estarse apresurando.. pero a la misma vez.. no podia resistir ni un poco mas. Arthur comenzó a besar su ojera

- Ah no, que fea excusa -le dijo divertida, sin poder reír muy quedamente al estar junto a él. Cierra los ojos cuando la hace abrazarlo, presiona suavemente su pecho contra su espalda para sentir su calor, sus manos acarician su abdomen, sus dedos las curvas suaves de los músculos. Le encantaba esa parte de él, podría tocarla eternamente.

Al escucharlo decir aquello, se sonroja, sonríe, abre los ojos para mirar su perfil.

- Si, pero no me canso de escucharlo. Te amo, no lo olvides, por favor -le pidió.

Al escuchar su proposición, sonríe dulcemente, le parecía dulce que la cuidase tanto, aunque a la vez le preocupaba que pasase algo. No quería pensar que ella no fuese de su gusto, porque sabía que no era así... pero tal vez su seguridad de su belleza era exagerada si pensaba en él como el conocedor de las féminas.

Cuando iba a contestarle, siente como besa su oreja, aquello tan inesperado la toma de improviso, se apega más a él y cierra los ojos. La sensación que la recorría ante tan delicioso acto y a la vez, tan dulce, la admiró. No pudo evitar suspirar quedamente, apenada.

- Arthur... -murmuró y su voz sonó tres o cuatro niveles más abajo de lo que hubiese querido y en lugar de solo pronunciar su nombre, parecía que le suplicaba y lo peor, que lo suplicaba a él. Lo cual, la hizo sonrojar más y no era de menos. Su corazón comenzó a latir... maldito "control" de sangre.

Un escalofrio terriblemente agradable le rocorrio todo el cuerpo al escuchar su nombre pronunciado de los labios de Catrina, y de un solo movimiento y arpovechando que ella lo abrazaba, y que la crema estaba haciendo efecto, se levanto, obligando a girarla un poco, en un segudno AD la mantenia entre sus brazos, como si de recien casados se trataran

-Hola -mumuró el chico con una tierna media sonrisa para despues depositarla en la cama con mucho cariño. El chico coloco sus manos a ambos lados del cuello de la chica, doblando los brazos para acercar su rostro y besarla tiernamente, de apoco fue recarcgando su cuerpo contra ell de ella. siempre cuidando de no dejar demasiado peso para no lastimarla

Por un segundo Deaco se detuvo y se separo de ella con un poco de brusquedad... Algo le hacia sentirse un poco incomodo.. le miro fijamente y peino su cabello hacia atras ¿Era el rechazo que ella habia tenido hacia el en un pasado?... No... un reflejo le hizo darse cuenta lo que pasaba... tenía miedo.. miedo que la historia de marlenne se repitiera

El chico suspiró profundo y la volvio a besar con más amor

-Perdoname -Murmuró -Perdoname por no decirte todo este tiempo lo mucho que te amaba

Ante el repentino cambio del "mundo", cuando la levanta, pega un pequeño gritillo, muy infantil y divertido, se agarra de él.

- Hola -le dice también, algo apenada, encontrándose acurrucada entre sus brazos.

Al encontrarse recostada, se sonroja al tenerlo mirándola, porque sentía que era el único en el mundo y a la vez, que de todo en este mundo, él la estaba mirando. Le sonríe apenada, aunque desvía un poco el rostro, pero sin dejar de verlo.

Al sentir como se pone sobre ella, siente aquel "calor" que entre los dos siempre se daba, le gusta sentirlo así, sobre ella. No podía encontrar algo que fuese mejor que aquello y a la vez, sentía que era algo que no tal vez nunca pasaría. Le corresponde con el mismo cariño para que entienda que disfruta lo que hace, le acaricia el rostro, pero cuando se separa, él pude notar el miedo que siente ante aquel acto. Al escucharlo, se calma, sonríe otra vez.

- Perdóname a mi, por ser tan tonta de no oír mis sentimientos por miedo a tu reacción. Y luego, por miedo a tu desprecio -lo acerca a ella, ecoge sus piernas, sus rodillas tocan los costados de las caderas de él, de seguro el estaría así más cómodo- Para mi, algo como esto, es un milagro. Esto: tú, sobre mi con tus labios dulces besándome y esa mirada tuya, tan dulce, dedicada para mi -le sonríe algo apenada- Imagínate, cualquier otra cosa, siempre pensé que serían solo sueños que me despertarian por siempre, frustrada y neccesitándote -confiesa, mientras vuelve a acariciar su mejilla y un poco de su cuello.

-Perdoname por dejarte huir siempre -Murmuró el chico riendo para seguir besandola, el chico oculto su rostro a un costado de su rostro, entre su cuelo y su hombro

No tienes idea de cuantas veces desperte en la noche rogando por tenerte a mi lado.. no tienes idea de cuantas noches pase en vela al imaginarte en brazos de otro.. nunca creí tenerte en los miso... esto.... es... Catrina -El chico se enderezo para mirarla mejor -Tengo miedo de despertar.. aun me temo que esto solo sea un sueño

El cansancio del chico aun estaba presente, podía sentir sus parpados querer cerrarse, pero no podía arriesgarse a perderse un segundo de lla

-Te amo -Repitio besando sus mejillas -Te amo como loco -murmuro besando su cabello

- Con la actitud que tomaba, me extrañaba que aún me dijeras una sola palabra -admite, corresponde cada uno de sus besos, cada vez con más intensidad, no quería perderse ni una parte de sus labios o de su boca. Acaricia su cabello y espalda cuando oculta su rostro- Tu tampoco tienes idea... temía tanto que encontrases una menos boba, que aceptase lo que yo no podía. Yo salía a cazar, buscándote, aunque no te fuese a encontrar -lo mira a los ojos cuando esta sobre ella- Yo también tengo miedo, a cada segundo. Si esto es un sueño, no quiero despertar, no lo permitas -le pidió, nota como esta cansado, le caricia el rostro, hace que apoye su rostro sobre su pecho- Y yo te amo, con todo lo que soy, con todo lo que tengo. Yo soy tuya, me declaro tuya -le dijo, entre apenada pero completamente decidida.

Te prometo que si de ser necesario, pondré droga en nuestras bebidas para nunca despertar - murmuró deacon con una leve risa -¿Conciderarte una boba?.. no, solo m hubieras herido más al decirme eso y estar con thomas ...

Deacon beso el cuello de la chica aunque lo interrumpio un poco por un bozteso.

Arthur guardo silencio un par de segundos antes de agregar

-Quisiera entregarte todo mi ser.. pero tengo a jacob... pero.. puedo asegurarte que todo lo que no le pertenece a jacob es tuyo... ¿Me perdonas por no poder entregarte toda mi alma? .. aunque solo valga unos centavos ...

Deacon se enderezo un poco más para acariciarla con cariño.. y despues besar su cuello interrupido por un bostezo

Sonríe ante tal promesa pero bufa algo molesta cuando habla de Thomas. Arthur era terco para entender que Thomas era como un hermano para ella y todo estaba de esa forma y punto.

Al sentir sus labios sobre su cuello, siente que se le eriza la piel por completo y cierra los ojos por un momento y sus piernas se mueven, por un segundo, inquietas. Al siguiente, escuchar su bostezo, se preocupa del cansancio de su amado.

- No me molesta compartirte con Jacob -asegura- me parece maravilloso hacerlo. Si... yo tuviese un hijo... -dubita un segundo- tuyo... -murmura mirando al techo apenada, aunque fingiendo que no pasa nada- respondería igual. Y lo que me das, es el tesoro más grande que tengo -lo mira, con una sonrisa- y te lo agradezco.

Ahoga la pequeña impresion que le da cuando vuelve a su cuello, se mantiene quieta sintiendo sus labios. Para ella, cualquier tacto de él, la ponía inquieta. Ladea un poco el rostro para darle espacio en su piel y sus piernas se mueven otra vez, muy suavemente, contra él, como si tantearan atraparlo.

- Arthur -justo dijo su nombre al suspirar, apretó los ojos avergonzada, debía controlar esa mania de decir su nombre en esos momentos, pero no podía evitar desear escuchar el nombre de quien la besaba, de él.

-Arthur Deacon -murmuró el chico recordndo que preferia el nombre de Deacon en vez de Arthur.. pero solo por ella se resigno a Arthur, y despues.. se hizo costumbre

-si yo tuviera un hijo contigo... sería demasiado feliz.. que mi primer hijo sea tuyo -Arthur Calló inmediatamente, el sueño lo estaba hacieno dcir cosas que no debería -Es decir... nuestro primer hijo, tuyo y mio.. un Way-Viper...

Arthur la tomo por el rostro soteniendole de la barbilla, antes de que ella dijera algo la beso de manera apasionada, su otra mano aun sostenía el peso de su cuerpo

- Deacon -murmuró, era el nombre con más fuerza, para ella, era algo imponente y dominante, como otra personalidad, sonríe apenada- Nuestro -murmura, su mirada brilla, aunque estaba completamente apenada- Pues yo... -cerró los ojos automáticamente al sentir sus labios, pero ante la pasión de estos, sus brazos lo rodearon por el cuello y arqueó un poco la espalda para estrechar su pecho contra la piel de él. La sensación era mejor que cualquier otro sueño que había tenido, sus labios solo buscaban entregarse pero a la vez, dominar la boca de él.

Deacon se separo un poco de ella

-Niña boba -Dijo mostrandole la lengua, aunque aparentemente serio, el chico solo buscaba que no todo fuera tan "mieloso"... cosa que tambien lo hacia sentir bobo, ya que se comportaba como un chiquillo de secundaria

Arthur se acosto a un lado d la chica, abrazandola

-... y crusil -Murmuro entre una risita mientras la abrazaba con mas fuerza y cerraba los ojos ocultando un bozteso

Se preguntaba si la chica estaba cansada. No queria pensar realmente en lo que haria si su cuerpo estuviera sanado, o el no tan cansado... ya que tocarla a ella... era.. absolutamente nuevo para èl.. y se sentia un tanto... nervioso... y no seguir sus instintos.. lo hacian preocuparse màs... ademas.. no seria nada lindo.. que se atreviera a tocarla y el efecto de la pomada pasara

Rio ante la idea

- Malo y empalagoso -murmuró, rodó un poco para acomodarse entre sus brazos, estiró su brazo para acariciar sus cabellos suavemente y con sus dedos le hizo cerrar los párpados- Descansa, malvado -le dijo, mientras besaba su pecho, subió uno de sus muslos para abrazar las piernas de él, se apoyó, sin hacerle daño, en su cuerpo.

Usó su poder para cerrar la puerta con seguro sin necesidad de levantarse.

- Malvado y sexy Deacon -susurró, como para recordarse con quien estaba y para darle gusto, entrecerró los ojos, por unas cuantas horas, podía observarlo descansar y velar sus sueños, mientras arrullaba su ser antes de caer dormida también.

Él realmente debía descansar y quería aprovechar que por fin fuese junto a ella.